Pasivo-agresividad en la pareja: reconocerla para transformarla en comunicación asertiva
- epimeleia
- 22 ago
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Aggiornamento: 24 ago

¿Qué es la pasivo-agresividad en la pareja?
En una relación de pareja, no siempre es fácil expresar el malestar de forma abierta. Cuando emociones como la rabia, el desacuerdo o la frustración no encuentran un canal claro, pueden manifestarse de manera ambigua o encubierta.
Son señales típicas de pasivo‑agresividad:
Silencios prolongados que sustituyen al diálogo.
Comentarios sarcásticos o irónicos que ocultan críticas directas.
Olvidos “involuntarios” de compromisos incluso importantes.
Retrasos sistemáticos sin una razón aparente.
Indiferencia repentina o actitudes de distanciamiento.
Estos comportamientos conforman lo que en psicología se denomina conducta pasivo‑agresiva en la pareja. Cabe destacar que no siempre estas conductas son intencionadas; al contrario, se trata a menudo de estrategias defensivas no conscientes frente al miedo a provocar un conflicto o a perder el vínculo (Gottman & Levenson, 2023).
¿Por qué aparece esta conducta en la relación?
La pasivo-agresividad en la pareja nace del miedo: miedo a ser rechazado, a herir, a equivocarse, a ser juzgado o abandonado. Así, en lugar de decir lo que necesita o siente, la persona por un lado evita el enfrentamiento directo, mientra que, por el otro, deja señales indirectas de que algo no está bien.
Estudios de ambito cognitivo‑conductual han demostrado que la ansiedad de separación y la inseguridad emocional son predictores fuertes de conductas pasivo‑agresivas (Miller et al., 2022).
La comunicación asertiva como antídoto contra la pasivo‑agresividad
En terapia de pareja, el objetivo no es –ni podría ser– eliminar el conflicto, sino transformar la forma en que se atraviesa y comunica. En esta óptica, es esencial ayudar a cada miembro de la pareja a pasar de la pasivo-agresividad a una actitud asertiva.
Más allá de su influencia en la gestión del conflicto interpersonal, estas dos actitudes estructuran de manera antitética la vida de pareja: mientras que la pasivo‑agresividad deteriora la intimidad, la asertividad la refuerza con cada acto de claridad y veracidad.
Por eso, ayudar a la pareja a reconocer estas dinámicas es prepararla para un cambio radical y compartido. No se trata de culpar a nadie; al contrario: detrás de cada gesto ambiguo suele haber una necesidad que no encuentra palabras: aprender a darle voz, sin herir y sin callar, es uno de los mayores gestos de madurez relacional.
Cómo pasar de la pasivo‑agresividad a la asertividad en 3 pasos
Inspirados en la Terapia Centrada en la Emoción (EFT) y la Comunicación No Violenta (CNV), estos tres pasos prácticos te ayudarán a transformar la hostilidad encubierta en comunicación asertiva, fortaleciendo la confianza y la conexión emocional con tu pareja.
Paso 1 – Identifica el miedo
Detente y observa la emoción subyacente que impulsa tu conducta pasivo‑agresiva. Pregúntate: ¿qué tipo de miedo está alimentando mi reacción? Puede tratarse de miedo al rechazo, al conflicto, a la vulnerabilidad, a perder el control de la relación, etc. (Johnson, 2021)
Hacer esto funciona porque:
Visibiliza la causa: nombrar el miedo y reconocer la causa que dispara la emoción reduce la activación automática de la defensa pasivo‑agresiva.
Disminuye la carga defensiva: cuando reconoces que tu reacción nace del temor y no de una intención deliberada de dañar, la tensión disminuye y se abre la posibilidad de una respuesta más calmada.
Facilita la autorregulación: la identificación del miedo permite aplicar técnicas de regulación emocional (respiración, pausa, auto‑compasión) antes de responder (Johnson, 2021).
Paso 2 – Expresa tu necesidad con claridad
Utiliza la fórmula de la Comunicación No Violenta (CNV): Yo siento + Necesito + Porque.
Yo siento: declara la emoción propia sin culpar al otro.
Necesito: formula la petición concreta que satisface la necesidad identificada.
Porque: aporta la razón que otorga sentido a la solicitud, generando empatía.
Hacer esto funciona porque:
Reduce la culpa: centrando la frase en tu propia experiencia, evitas el lenguaje acusatorio que suele desencadenar la defensiva de tu interlocutor.
Claridad operativa: la petición concreta es fácil de entender y ejecutar, lo que aumenta la probabilidad de cumplimiento.
Crea conexión emocional: el “porque” explica el impacto personal, facilitando que la otra persona comprenda el valor de tu solicitud y se sienta motivada a colaborar (Rosenberg, 2003).
Paso 3 – Establece límites respetuosos
Un límite respetuoso delimita lo que estás dispuesto/a a aceptar y lo que no, sin recurrir a sanciones encubiertas. La estructura típica es:
Conducta esperada: descripción objetiva.
Consecuencia razonable: petición directa o acción que se tomará si la conducta persiste.
Motivación del límite: enfoque en el bienestar de la relación.
Hacer esto funciona porque:
Transparencia: al anunciar la consecuencia de forma abierta, eliminas la ambigüedad que caracteriza la pasivo‑agresividad (sanciones indirectas, “castigos” silenciosos, etc.).
Responsabilidad compartida: tanto tú como tu pareja saben exactamente qué esperarse, lo que favorece la cooperación.
Preserva la intimidad: los límites se presentan como cuidados mutuos, no como imposiciones autoritarias, lo que protege la confianza y el vínculo afectivo (Johnson, 2021).
Conclusión: cultivar valentía y claridad en la comunicación de pareja
Transformar la comunicación pasivo‑agresiva en una actitud asertiva es un proceso profundo que implica reconocer el miedo y atreverse a expresar lo que uno siente y necesita con respeto, firmeza y presencia. No se trata de pelear más, sino de decir la verdad cuidando al otro sin dejarse de lado y poniendo límites sin castigar.
Referencias
Gottman, J. M., & Levenson, R. W. (2023). The science of couples: Understanding the dynamics of relational conflict. Journal of Marital and Family Therapy, 49(2), 145‑162. https://doi.org/10.1111/jmft.12567
Miller, A. B., Sánchez, L., & Patel, R. (2022). Anxiety of separation as a predictor of passive‑aggressive behavior in intimate relationships. Psychology & Health, 37(8), 1123‑1139. https://doi.org/10.1080/08870446.2022.2045678
Rosenberg, M. (2003). Nonviolent communication: A language of life (3ª ed.). Puddledancer Press.
Johnson, S. M. (2021). Emotionally focused couple therapy: An overview. In J. C. Norcross (Ed.), Handbook of Psychotherapy (2ª ed., pp. 421‑440). Guilford Press.
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